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07
Jue, Dic

Noticias Tecnológicas
Todos quieren ser móviles. El descomunal crecimiento que ha experimentado durante la última década la industria de las telecomunicaciones móviles, especialmente en Europa y en Asia, ha terminado por atraer a otra industria, la de los ordenadores personales, a su propio terreno.


Los grandes fabricantes mundiales de PC, desde Toshiba a Hewlett-Packard, pasando por Acer, Dell y Asus, presentarán la próxima semana, durante la celebración en Barcelona del Mobile World Congress, sus apuestas en un territorio controlado hasta ahora por los productores de terminales, como Nokia, Motorola o Samsung: los smartphones o móviles inteligentes.

Si el final de la década de los noventa y principios de la actual fue la de la supremacía del móvil sobre el fijo en comunicaciones de voz, y del portátil sobre el PC de sobremesa, la que viene será la de todo en el móvil. La mejora de las baterías, que han multiplicado su duración y, sobre todo, el aumento de las memorias que incluyen los terminales (Nokia lanzará este año un móvil con 32 gigas de memoria interna, como un disco duro estándar de un PC de sobremesa hace apenas un lustro), han convertido los móviles en sofisticados ordenadores.

Por detrás de esta batalla entre industrias, hay, además, una de mayor profundidad: la que libran los propietarios de los sistemas operativos, como Microsoft y su Windows. Además del gigante informático, que trata de extender su dominio en los PCs a los móviles, Nokia, con su Symbian; Google y su Android; Apple con su iPhone; RIM con su Blackberry y, desde ayer, Linux, luchan por convertirse en la plataforma sobre la que correrán todas las aplicaciones del futuro. Quien domine el mercado de los sistemas operativos logrará hacer negocio con los proveedores de contenidos y de aplicaciones, verdaderos protagonistas del futuro del móvil.

De hecho, las tiendas online de este tipo de productos, como la AppleStore, que comercializa ya más de cinco mil aplicaciones de terceras empresas para el iPhone, serán uno de los grandes protagonistas del MWC este año. Previsiblemente, Microsoft, Samsung, Sony Ericsson y Nokia presentarán también sus tiendas online durante estos días.

Una tercera tendencia, sorprendente, se consolida también este año: las pantallas táctiles. Apenas un año y medio del lanzamiento del iPhone, el pionero de este tipo de productos, el 100% de los fabricantes de terminales han convertido las pantallas táctiles, de facto, en un estándar tecnológico. De la habilidad y creatividad de los proveedores de aplicaciones y contenidos, dependerá el recorrido de estas nuevas tendencias que, sin estos atributos, pueden terminar por convertirse en el perdedor de la gran batalla de la industria, la que librará con los operadores de acceso a Internet con fibra óptica hasta el hogar.


El reto de la redes


Para soportar todas estas novedades y el incremento del tráfico que supondrán, será necesario el rápido despliegue de redes LTE, que son mucho más eficientes a la hora de usar el espectro para transmitir grandes cantidades de datos y que ofrecerán velocidades de 50 megas, más que cualquier ADSL. Si hace un año había dudas de si LTE sería el triunfador frente a Wimax, esas dudas se han despejado, al menos en lo que supone el despliegue de grandes redes públicas. En este sentido, Europa (donde los operadores quieren aprovechar al máximo sus enormes inversiones en 3G) puede quedarse atrás respecto a EEUU y Asia.

Los europeos tienen su propia hoja de ruta para llegar al 4G y ésta pasa por apurar al máximo HSPA, la actual tecnología móvil, con la versión HSPA Plus que llega a 21 megas por segundo. En cambio, grupos como China Mobile o Verizon, que afrontan un 3G más complicado, pueden estar tentados de quemar etapas y llegar rápidamente a LTE para beneficiarse de las enormes economías de escala que producirá el primer sistema verdaderamente planetario.

Fuente: CNN Expansión – Febrero 13 de 2008
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