El Samsung Galaxy S IV es el reflejo de una nueva estrategia de Samsung más enfocada en el software que en el hardware. Su poca real innovación han hecho que sus ventas se hayan desacelerado.
El Samsung Galaxy S4 es probablemente, junto al iPhone, uno de los pocos móviles capaces de despertar expectación entre los usuarios de smartphones alrededor del mundo.
Y así fue hasta la presentación del Galaxy S IV, presentación pque dejó claro el cambio de estrategia de Samsung que apunta ahora a destacar sus productos más por el software que por el hardware.
Atrás quedaron las presentaciones donde la coreana compensaba las falencias de Android con un características de hardware que sorprendían al mundo. Lo importante antes era tener los números más altos en procesador o la cámara con más megapíxeles del mercado, sin preocuparse mucho por el rendimiento de los equipos.
Con el Galaxy S4 parece que los enfoques en la compañía coreana han cambiado y han dejado de lado el enfoque en hardware para ahora dirigir sus esfuerzos al software. Sin embargo el nuevo enfoque hasta ahora deja un sin sabor.
Tuve la oportunidad de probar el Galaxy S4 por un par de días y me quedó la impresión de que Samsung ha intentado copiar la estrategia de Apple creando un ecosistema con gran cantidad de funcionalidades de software, pero muchas de ellas carentes de utilidad en la vida diaria.
Poder tomar con las dos cámaras al mismo tiempo, es algo que puede ser novedoso pero no realmente útil, así como tampoco lo son sensores de lectura y otros que detectan (mediocremente) la posición de tus manos.
Dicho de una manera simple: Samsung ha pasado de meter características (RAM, procesador) sin control a meter funcionalidades sin control, con una integración más que dudosa entre ellas y una utilidad que queda en la mayoría de los casos en entredicho.
Tener un dispositivo lleno de infrarrojos mal afinados es poco agradable. Cuando intentas subir la página ésta se baja, cuando lees un texto se selecciona otra parte que ya pasaste. Así es el S4.
Todo esto es el resultado de Samsung y su miopía para no tener en cuenta que crear un ecosistema es algo más complicado que decir poner infrarrojos y detectar tu mirada.
Y todo culmina con la batería. Si bien la vida útil diaria es muy buena, cuando se hace uso frecuente del S IV (como internet, videos), el dispositivo se caliente a tal punto que es imposible acercarlo a la oreja.
¿Y el hardware y el diseño? Bien, gracias. Más allá del procesado de 8 núcleos, que no se vende en todos los países, el Galaxy S4 ofrece tan solo un hardware y un diseño actualizado respecto a su predecesor.
En conclusión. El S4 es el resultado de una nueva estrategia de Samsung centrada en el software y que busca asemejarse a la Apple con el iPhone, teléfono que cumplen a nivel de hardware (sin ser superior a sus rivales) pero enfocado principalmente a la experiencia de usuario y el ecosistema. Pero como intento de copia, nunca dejará 100% de satisfacción. Y los resultados se ven en las ventas. Bajas ventas, menores utilidades, precios elevados de este smatphone que tienen que ser bajados para aminonar la caída de ventas.
Claramente es S4 no es un fracaso, pero si deja un sin sabor. Muchos sensores, poca utilidad. Un diseño copiado de su antecesor. Mucha capacidad de batería, una oreja quemada.
Escrito por: David Gaitán para...
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