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07
Mié, Jun

Breves
Por robar el cobre de los cables telefónicos, los ladrones están dejando incomunicados a los residentes y comerciantes del centro histórico de Bogotá.

Los habitantes y comerciantes ya no saben qué hacer, pues más se demora la Empresa de Telecomunicaciones en restablecer el servicio que los ladrones en volver a hurtar las redes.

Quienes han sido víctimas aseguran que este año les han robado el cable del teléfono dos veces en el mes. Sin embargo, la situación empeoró en julio, cuando se llegaron a presentar hasta tres hurtos en una misma casa.

Es el caso de la tienda de artesanías Luna. Duraron 15 días sin servicio telefónico y perdieron varias ventas porque la mitad de los clientes paga con tarjetas débito o crédito que no funcionan sin línea telefónica.

Gladys Hernández, empleada del almacén, comentó que el 14 de julio amanecieron sin teléfono porque les habían robado el cable. Tan sólo dos semanas después, el sábado 26, les reinstalaron la línea, que volvió a desaparecer el lunes 28.

Otro de los comerciantes afectados es Benjamín Silva, propietario de un negocio de Internet y cabinas telefónicas. "Para mí esta situación es angustiante, porque mi negocio depende de las líneas telefónicas. Si no tengo teléfono no puedo abrir", dice Silva.

Debido a la frecuencia del hurto de cables, la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) está trabajando en siete proyectos para instalar subterráneamente la mayor parte de la red telefónica. Además, está usando tapas de seguridad para prevenir atentados contra esa misma infraestructura.

Durante este año, la ETB ha invertido más de 27 millones de pesos en restablecer el servicio interrumpido por el robo de cables en la ciudad.

La 'mafia' del cobre

*María Gómez, una habitante de La Candelaria, dice que una especie de 'mafia' está utilizando a los jóvenes que trabajan en la calle para robar los cables telefónicos.

"Ayer, a plena luz del día, vimos a un muchacho como de 12 años que ató una piedra al extremo de una soga, la lanzó y arrancó el cable", cuenta Gómez.

Por su parte, la ETB afirma que en las reuniones que se han hecho sobre el tema en la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios (Andesco) se ha determinado que los cables son robados para extraer el cobre, que es exportado ilegalmente hacia China.

Guillermo Villamizar, otro comerciante, cuenta que los ladrones se suben a los tejados en la noche y cortan los cables que luego venden entre 1.000 y 1.500 pesos el metro.

Hasta el momento la única solución ha sido la idea de algunos vecinos de cercar con alambre de púas los cables de sus líneas telefónicas.


Fuente: El Tiempo Edición Impresa
– Agosto 16 de 2008

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